Reflexiones importantes.

Nosotros somos los verdaderos responsables de todas nuestras experiencias. Aunque no lo creamos, hemos pactado nuestro “destino” y somos los arquitectos de nuestras vidas…incluso de los cambios que en dicho plan se van introduciendo. La herramienta es nuestra mente y el motor nuestro corazón, pues todo lo que pensamos genera un sentimiento y este una intención…a través de la acción, se va creando nuestro futuro. El “momento de poder” es siempre el presente. Y hablo de momento, porque una amiga de mi mujer, Gloria…una brillante profesora de matemáticas, extrovertida y entusiasta, tiene una expresión muy suya, donde califica cada emoción o actividad como “momentos” de su vida…y la encontré realmente simpática. Todos llevamos un gen “destructor” que utiliza el odio hacia nosotros mismos y la culpa con el fin de impedirnos mostrar nuestra “belleza” interior. Un gen que nos imbuye en el mundo de las carencias y las limitaciones, donde los pensamientos limitantes son los regentes de la personalidad.

Sentimientos como «Yo no sirvo; no soy suficiente; no merezco; no lo lograré...». Estos pensamientos pertenecen al mundo de las “ideas” y las ideas, como creaciones que son, se pueden modificar, mejorar e incluso eliminar. Un efecto “colateral” de estos sentimientos es la creación de reacciones sentimentales como “el resentimiento”, “la crítica” y “la culpa”, que actúan como verdadero veneno espiritual y como motores de enfermedades que destruirán nuestra creación más densa: nuestro cuerpo. Liberarnos de estos sentimientos nos puede liberar de la enfermedad. Según Louise L. Hay, si lográramos liberarnos del resentimiento, podría incluso llegar a disolver al cáncer. El amor libera al ser de cualquier limitación y disuelve las cadenas que el ego ha intentado generar.

Cuando conectamos con el amor y nos amamos realmente, permitimos que la energía fluya y nos ayuda a que todo nos funcione en la vida. MUY IMPORTANTE:

Disolver las cadenas que nos atan al pasado, agradecer sus experiencias –sean las que sean- y perdonar a todos, sobre todo a los que más daño nos hayan podido causar.

Aunque nos cueste creer, somos los creadores de nuestras experiencias. La Física Cuántica nos está dando las pistas que nos demuestran que la filosofía "espiritual" es más real que muchas de las "realidades" materiales que consideramos auténticas y que no son más que una "ilusión".

NAMASTE.

JPR