La Conciencia nos enseña que no ocupamos un lugar mejor ni más privilegiado que nadie...ocupamos el justo lugar que nos corresponde en la escuela de la evolución.
Por eso, nunca debemos considerarnos más importantes que otra persona...sólo que nuestro saber y nuestro nivel, nos hacen más responsables...no diferentes.
Cada instante es un instante perfecto para poder aprender, para poder mejorar, para poder poner en práctica la excelencia de nuestro Ser y conectar con nuestro propósito. Por eso, el ser consciente no deja nunca para mañana lo que sabe que tiene que hacer, ni utiliza los condicionales para evitar ponerse a trabajar.
Cada instante puede ser un "instante mágico"...sólo depende de nosotros y de nuestra voluntad.
NAMASTE.
JPR
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