La educación de nuestros hijos.

Es tremendamente aleccionador para los seres humanos compartir experiencias con personas que han sufrido un revés en sus vidas: errores que les han llevado a perder la libertad, errores que les han llevado a perder la salud, accidentes por cometer excesos desde la inconsciencia, pérdidas de control que les han llevado a cometer barbaridades, noticias que les han hundido como personas...
Todos podríamos ser protagonistas de cualquiera de esas experiencias.
Prisiones, centros de desintoxicación, centros de rehabilitación, hospitales...todos son potenciales centros de enseñanza, todos ellos son lugares idóneos para ayudarnos a tomar conciencia.
Todos somos seres humanos, todos tenemos un inspirador y un boicoteador en nuestro interior, todos tenemos un "don" y un "inconveniente"...depende de nosotros el que actúe uno u otro.
La felicidad de nuestra vida y el valor que aportemos a los demás, dependerá de nuestra actitud.
Enseñar a los niños que hay otras realidades (no sólo la de los héroes del cómic) y ayudarles a ser conscientes de que su actitud les devolverá la inversión a modo de experiencias, puede ser de gran ayuda.
Las carreras de motos les hará desear  poner al límite sus posibilidades; una visita al instituto Guttman les hará tocar de pies a tierra.
Tomar unas pastillas en la disco les hará  pensar que son lo más...visitar un centro de toxicómanos les ayudará a evitar la droga.
Hacerse los valientes con los desamparados y agredirles sin más, les ayudará a ser los "chulitos" del grupo; una visita a la prisión de turno les quitará las ganas de delinquir.
Practicar sexo sin precauciones ni consciencia les resultará estimulante y provocador...Visitar un centro de enfermedades infecciosas, de enfermos que quedarán marcados de por vida, seguramente les hará ser más precavidos.
Los protagonistas de las historias más tristes no son personas indignas ni desastres de la sociedad, son personas que cometieron un error, como todos podemos cometer y ese error fue decisivo.
Aprender de sus errores no sólo te ayudará a ti, también les ayudará a ellos, puesto que al menos habrá tenido una función.
Concienciar a nuestros hijos es apostar por un mundo mejor.
Educar a nuestros hijos es invertir en un mundo mejor.
Aprender una lección es como volver a nacer.
Namaste.

Jordi

"La verdadera amistad es reflejo del amor más puro".

Cuando compartes tu vida con otras personas, por trabajo, por interés, por inquietudes o por cualquier otra razón, las circunstancias y las actitudes serán las que se encargarán de evaluar la calidad de esa relación y determinaran si son dignas de recibir el don de la amistad.
Si tienes que ir detrás de alguien, si para ver a un amig@ tienes que solicitar audiencia o parece que te haga un favor; si no puedes compartir tu opinión con toda libertad; si su bienestar depende de tu sumisión y si tus inquietudes no son recibidas como prioridad, estarás ante relaciones de conveniencia, convirtiéndose en relaciones tóxicas. No habrás conectado con la verdadera amistad. Si a pesar de las señales continúas invirtiendo en estas relaciones, tu autoestima disminuirá, tu estado anímico oscilará (dependiendo de sus reacciones) y tu Ser irá cayendo en un estado de tristeza que no sabrás identificar y que  te llevará a dudar incluso de ti mismo.

Cree en ti, cree en tus capacidades, invierte en tu propósito y discrimina bien tus relaciones. Piensa que muchas son pasajeras y circunstanciales...sólo unas pocas conquistarán tu corazón.

Namaste.
Jordi