Crea tu Vida. Jordi Planes

Crea tu Vida. Jordi Planes
CREA TÚ VIDA: la inteligencia emocional, la PNL (Programación neurolinguística), el Rebirthing y técnicas de Coach, como herramientas de crecimiento personal.

miércoles, 10 de febrero de 2010

El ADN y su capacidad de modulación.

El ADN es nuestro código genético y no es sólo el responsable de la formación de nuestro cuerpo con todas sus características e infinitas variables, sino que es también reserva de información y comunicación. El ADN almacena los caracteres diferenciales de nuestro idioma, ya que sigue las mismas reglas que las lenguas (la sintaxis: forma en que las palabras son puestas juntas para formar frases y oraciones / la semántica: el significado de las formas en la lengua y las reglas básicas de la gramática) A raíz de unos estudios realizados por científicos Rusos, se pudo apreciar que existen muchas relaciones entre la configuración del ADN y las estructuras gramaticales y mentales de las distintas culturas. La misma línea de investigación demostró que el ADN puede ser influenciado y reprogramado por las palabras y las frecuencias que estas emiten, sin sacar ni reemplazar los genes individuales. Un 10% de nuestro ADN es utilizado para la síntesis de proteínas, el restante 90% deja mucho margen para investigar y determinar enlaces y funciones. Esto nos deja una puerta abierta a la teoría de que nuestro organismo puede ser reprogramado, puede ser influenciado por la energía de la sanación y es tremendamente sensible a manipulaciones como la acupuntura, la medicina vibracional (flores de Bach) y terapias donde las afirmaciones y las visualizaciones juegan un papel relevante. La vibración del ADN está en contacto permanente con la vibración energética del “Campo” (ese vacío que vemos en el espacio, que inunda todo el universo) enviando y recibiendo vibraciones, que servirán para crear distintas realidades, tanto en nuestro mundo como en el universo. Es por ello de vital importancia que tengamos una vida “saludable”, armónica y en equilibrio. El stress, las preocupaciones o la hiperactividad, dificultan ese intercambio energético y nos mantienen desconectados de nuestro verdadero potencial. Cuanto más depurado esté nuestro organismo, más puro será nuestro canal y por lo tanto mayor receptividad y sensibilidad tendremos. Esto se traducirá en una mayor intuición y una mejor percepción de nuestra realidad, permitiéndonos tener un canal más potente para la curación y la transmisión de energías. De estos principios se derivan determinadas evidencias: las meditaciones en grupo, las plegarias grupales y la sanación, utilizan los recursos anteriormente citados para focalizar la energía hacia un determinado proyecto o una determinada curación. Vale la pena abrir nuestra visión y comprometernos con una vida más saludable, donde podamos ofrecer el tiempo que deseamos a quien realmente nos importa y sepamos gestionar nuestros recursos desde la aceptación y el bienestar. El camino hacia nuestra excelencia pasa por saber sacar rendimiento a todas nuestras capacidades y romper con los lastres de las dependencias y los miedos que tanta inseguridad y dudas generan.

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