Es demasiado fácil decir que no puedes hacer nada.
Cuando pensamos en lo que deberíamos o podríamos tener, casi nunca ponemos límites, somos generosos e imaginativos. En cambio, cuando pensamos en lo que podemos hacer, casi siempre nos limitamos.
Tenemos que aprender a actuar. Deberíamos de comprender que cada acción tiene su reacción, que todo lo que hacemos importa. Nuestros actos marcarán nuestra realidad. No podemos hablar de los demás y no actuar. No podemos criticar y seguir inmóviles.
Es importante tener presente que hemos venido a este mundo a compartir nuestro "don", no ha sobrevivir o a vivir del cuento...abandonar el victimismo, el "yo no puedo" y "la culpa es de..." nos ayudará a contactar con la esencia de nuestro Ser y ello nos aportará un nuevo nivel de conciencia y una vibración más saludable.
Existe el destino, no lo dudéis. El destino no es un premio ni un castigo, no es un capricho ni una limitación. El destino es el resultado de vuestro contrato sagrado + vuestro propósito + karma (individual /global)*
* Incluiremos actos de pensamiento, palabra y acción; genética y entorno.
No pensemos que estamos en un lugar cualquiera. Estamos en el lugar adecuado, en el mundo ideal y en el entorno perfecto...todo para aprender y poder realizar nuestro propósito vital. Un propósito cuyo objetivo más elevado es alcanzar la felicidad. Por ello, si te sientes feliz, no te preocupes de nada más...habrás conectado con la esencia de tu existencia.
Disfruta de cada experiencia, siente cada emoción y vive cada instante con todo tu Ser.
Ten Fe.
Namaste.
Jordi
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