La decepción:
No te decepciones porque los amigos no son los amigos que creías tener.
No te decepciones porque tu pareja no te ama como creías que te amaba.
No te decepciones porque en el trabajo no les importa quien eres sino los resultados que aportas.
No te decepciones porque tus sueños son difíciles de alcanzar y aveces imposibles de lograr.
No te decepciones porque la Navidad no logre borrar los odios ni resentimientos.
No te decepciones porque los instintos tengan más protagonismo que los buenos sentimientos.
No te decepciones por las conductas ofensivas, por la falta de respeto, por la falta de caridad.
Simplemente agradece cada experiencia y aprende a ver la perfección en cada acto, en cada actitud.
Será esta visión la que impregnará de amor a la humanidad y potenciara lo positivo de cada ser.
Siente la perfección en cada acto, en cada escenario, en cada intención...así lograrás ver el amor en todo y todo se convertirá en amor.
Namaste.
Jordi
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