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Autoestima y Autosuperación: Técnicas para su mejora.

Los pensamientos o creencias que tenemos de nosotros mismos, conforman nuestra “imagen personal” y esta será el fundamento de La “autoestima”.

Nosotros tenemos unas sensaciones sobre nosotros mismos; nos sentimos inteligentes o limitados, buenos o malos y sobre todo nos sentimos bien siendo quienes somos o no.

De estas sensaciones saldrá el refuerzo necesario o las limitaciones que nos permitan ser lo que deseamos ser. Aquellos que tienen una autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar.

¿Qué conforma la autoestima? El concepto de uno mismo va desarrollándose desde antes del nacimiento -por las impresiones que sentimos del exterior-, durante la niñez (etapa importantísima) y experiencia tras experiencia a lo largo de la vida. Cada etapa nos aportará experiencias y estas generarán unos sentimientos sentimientos que darán como resultado una sensación general de valía e incapacidad.

De pequeños nos vamos descubriendo, viviendo nuestras habilidades y debilidades, viendo que hay personas que nos aceptan y personas que nos rechazan. A partir de esas experiencias de aceptación y rechazo de los demás es cuando empezamos a generar una idea sobre lo que valemos o dejamos de valer. La adolescencia es una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima. El joven necesita recibir aceptación, la aprobación de su entorno, con el fin de definir su personalidad, mediante la valoración de sus habilidades y capacidades. A nivel social, se identificará con determinados valores -afines a los de su grupo-. Es la época en la que el joven asume que el referente no está en la familia sino en su independencia, confiando en sus propios recursos.

Si durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima -se ha forjado correctamente el YO-, le será relativamente fácil superar la crisis y alcanzar la madurez.

Si el concepto del YO se ha resentido, se sentirá poco valioso y existirá el riesgo de caer en opciones de fácil y rápida gratificación, como el variado mundo de las adicciones. La baja autoestima está relacionada con una distorsión del pensamiento (forma inadecuada de pensar).

La persona con baja autoestima sostiene un diálogo consigo misma que incluye pensamientos minusvalidantes.

Tendencias a generalizar, tendencias a polarizar (todo o nada/ bueno o malo/ generalizar con los opuestos), reproches y sentimientos de culpa e inadecuación. Falacias de control: Sientes que tienes una responsabilidad total con todo y con todos, o bien sientes que no tienes control sobre nada, que se es una víctima desamparada. Razonamiento emocional: Si lo siento así es verdad. Nos sentimos solos , sin amigos y creemos que este sentimiento refleja la realidad sin parar a contrastarlo con otros momentos y experiencias. Actitudes que mejoran la Autoestima: La autoestima es un estado de opinión y como tal es susceptible de ser cammbiado.

Actitudes deseables: 1. Convierte lo negativo en positivo: Nunca pierdas las ganas de pensar en positivo, invierte todo lo que parezca mal o que no tiene solución y elimina los pensamientos negativos - no les concedas tiempo en tu mente ni en tu imaginación- No pongas expectativas muy elevadas en aquello que tengas que hacer y procura elaborar pensamientos alternativos que compensen las afirmaciones negativas.

2. No generalizar: No generalizar a partir de las experiencias negativas que podamos tener en ciertos ámbitos de nuestra vida. Debemos aceptar que podemos haber tenido fallos en ciertos aspectos; pero esto no quiere decir que todo tenga que ir mal. 3. Centrarnos en lo positivo: Focalizar en las características buenas que tenemos. Debemos aprender a apreciar lo bueno que tenemos y tenerlo en cuenta cuando nos evaluemos a nosotros mismos. 4. Hacernos conscientes de los logros o éxitos: Una forma de mejorar nuestra imagen relacionada con ese “observar lo bueno” consiste en hacernos conscientes de los logros o éxitos que tuvimos en el pasado e intentar tener nuevos éxitos en el futuro. 5. Evitar comparaciones: Tod@s somos diferentes; todos tenemos cualidades positivas y negativas. Aunque nos veamos “peores” que otros en algunas cuestiones, seguramente seremos “mejores” en otras; por tanto, no tiene sentido que nos comparemos ni que, nos sintamos “inferiores” a otras personas. 6. Confiar en nosotros mismos: Hemos de ser honestos y justos. 7. Aceptarnos a nosotros mismos: Debemos aceptar que nuestras cualidades y defectos conforman nuestro "mapa" y que a través de el podremos actuar nuestra excelencia. 8. Esforzarnos para mejorar: Ponernos constantemente retos, incluir en nuestra vida pequeños esfuerzos y "la dosis" de sacrificio que necesita la mejora personal.

Esto lo lograremos elaborando planes personales delimitados en el tiempo y definidos cualitativa y cuantitativamente.

Plantearse una meta clara y concreta. Establecer las tareas que se deben realizar para lograrla.

Abrirse al cambio constante y no acomodarse en las situaciones rutinarias.

Mantener un objetivo: ser siempre nuestra mejor versión.

Siendo uno mismo quizás no gustemos a quien pensamos gustar, pero estaremos con aquellos que realmente nos querrán tal y como somos.

NAMASTE.

JPR