Contagiar entusiasmo.

Lo que sucede en el mundo no lo podemos dominar...la actitud con la que nos enfrentamos a la vida depende exclusivamente de nosotros. Actuar desde el entusiasmo y transmitir alegría hará que nos sintamos bien y que nuestro entorno irradie buenas vibraciones. Las emociones se contagian, tanto las buenas como las malas. Una sonrisa genera felicidad, da paz y seguridad a quien la recibe y plenitud a quien la dibuja. Claves para irradiar entusiasmo: Si bien es cierto que hay personas más optimistas que otras, la actitud entusiasta es asequible a todo el mundo. Recuerda momentos entrañables, momentos donde hayas tenido buenas sensaciones. Quita importancia a los contratiempos, agradece su mensaje y quédate con lo positivo. Haz alguna actividad que te llene de energía, que te permita expandirte (correr, nadar, pasear, meditar...) No permitas que ningún pensamiento negativo te robe tiempo ni protagonismo...simplemente apártalos de tu mente. No deposites expectativas que comprometan tu bienestar en manos de otras personas. Tu tienes las riendas de tu vida y las herramientas de tu felicidad. Conviertete en co-creador/a de la realidad que deseas. Inspira a los demás a ser mejores. Sigues tus corazonadas...son las intuiciones que te hablan a través de tu corazón. Namaste.