De un líder deberíamos esperar inspiración; ejemplo que guiara nuestras vidas; ideas que generen prosperidad y sobre todo que inspire confianza. La confianza que otorga la credibilidad, la honestidad y la implicación.
Liderazgo y política deberían de ir siempre unidas. Eso implicaría el compromiso con una sociedad justa; emprendedora y motivada.
Lejos de la realidad, nos encontramos con un gobierno donde las palabras corrupción; falsedad y sumisión parecen hechas a medida de sus representantes. ¿Somos nosotros así? ¿Es esto lo que queremos? ¿Son el espejo de nuestra personalidad?
Los recortes y el miedo son veneno que paralizan nuestra economía. Frenan nuestro crecimiento y favorecen a corruptos, especuladores y acaudalados avaros.
La sociedad somos todos. La consciencia social la conformamos todos. No podemos permitir que la injusticia destroce familias, arruine sus vidas y hunda en la miseria a generaciones de jóvenes con un potencial ilimitado. Los políticos no solo tienen derechos...deben de tener deberes y ser responsables de sus actos.
¿Quién permite las jubilaciones "multi millonarias" de banqueros?
¿Quién exime de responsabilidades a delincuentes famosos condenados?
¿Quién manipula datos y esconde realidades con fines interesados?
¿Quién crea leyes que destruyen puestos de trabajo y castigan nuestra economía de mercado?
y sobre todo, ¿Quién responde de toda esta serie de despropósitos?
Todos somos humanos. Todos podemos equivocarnos, todos podemos ser víctimas de una debilidad...pero eso no nos exime de responsabilidades, de explicaciones y sobre todo del reconocimiento del error, de la petición de perdón y de la enmienda.
Recortar no es optimizar.
Reducir presupuestos no es preservar la calidad.
Penalizar la sanidad no es invertir en salud.
Destrozar la educación no es innovar.
Podemos hacer mucho más y lo podemos hacer mucho mejor.
Que no nos falten nunca la AUTOESTIMA, la VOLUNTAD y el VALOR.
Namaste.
Jordi
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