¿Honestidad? Dime de lo que predicas y te diré de lo que careces...

Ladrones de guante blanco. Delincuentes con trajes de cuatro cifras.

Jóvenes y no tan jóvenes, ambiciosos, insaciables, reptadores sin moral…esta raza emergente pero no novicia es la que está llevando la economía al caos.

Empresas que facturan en bolsa, con rentabilidades moderadas y sin perspectivas de crecimiento importante son puestas en manos de estos IRI (insaciables, reptadores, inmorales) para lograr millonarios rendimientos.

Estrategia:

-Venden inmovilizado o bienes de la empresa, grupo o multinacional.

-Compran las acciones para poder retirar a dicha empresa del mercado (bolsa)

-Le dan un valor a las nuevas participaciones (subjetivo, no contrastado, aunque bien argumentado –forma parte de la estrategia-)

-Venden las participaciones a los directivos con promesas de altos rendimientos y con la excusa de obtener implicación y fidelidad: prometen volver a colocar las acciones en bolsa (en un tiempo acordado), una vez se haya logrado la liquidez deseada.

-Proporcionan crédito a los directivos que lo precisen (normalmente la mayoría de ellos) Las condiciones son: sólo se pagan intereses (oscilan entre el 4 y el 7% nominal), no se amortiza capital y está limitado en el tiempo (de 3 a 5 años)

-A los 3 años no hay respuesta, con lo que el crédito se sigue pagando…a los cinco años la respuesta es negativa (como era de esperar) no hay retorno, el valor de las acciones ha caído en picado…en muchas ocasiones no hay transparencia contable, con lo que muchas operaciones (ventas, amortizaciones, ingresos extraordinarios…) no quedan reflejadas en la cuenta de resultados, con lo que el valor de esas acciones queda seriamente perjudicado.

- A los cinco años, como no hay liquidez por parte de las acciones, se pide a los directivos (con crédito concedido) que firmen un nuevo crédito con el fin de amortizar el anterior y disponer de una garantía actualizada, con lo que el directivo que firma, sin saberlo ha duplicado su deuda con el banco (avalador de la empresa: ergo cómplices de la operación)

-El desenlace es que nunca recuperarán el dinero de la inversión y si la justicia no lo remedia, se verán envueltos en el pago de un crédito más que importante del que nunca habrán dispuesto ni un solo euro…eso sí, habrán pagado intereses y más intereses, sin amortizar capital, con lo cual se enfrentan a la TAE más sangrante que ningún "usurero" hubiese imaginado.

Si logramos acabar con este tipo de delincuencia, acabaremos con uno de los motivos de la crisis actual.

Está claro que sin “deseo” ni”ilusiones” no habrá cebo ni trampa que nos encadene…ya lo dicen las Sagradas Escrituras: “ganarás el pan con el sudor de tu frente”…nadie da nada por nada y mucho menos, "Mucho por menos".
¡Ojo cuando los Socios te pidan implicación!...puedes acabar como el chiste de la gallina (compromiso) y el cerdo (implicación) que acabó en la sartén.
Namaste.
Jordi