No existen medidas económicas específicas que puedan solucionar el problema, no hay una solución bien definida ni un horizonte clarificador...el desconcierto que vivimos genera todavía más desconcierto, más miedos e inseguridades. Nuestra mente no está entrenada para crear desde la positividad, desde la ausencia del miedo, y este actúa con astucia y afecta aquello que menos gobernamos: nuestro inconsciente.
Hay personas que lo están pasando mal, realmente mal...y no podemos ni debemos ignorar el sufrimiento ajeno.
Cuando pasas por un momento difícil, triste o de desesperación, hay un impulso natural que te empuja a dejarte llevar, que te hunde todavía más (es la ley de la atracción en su expresión más negativa)
Cuando vivimos un momento crítico, debemos de tener la disciplina y la voluntad suficiente para no caer en la rutina negativa...hemos de potenciar nuestra parte espiritual, debemos de meditar, debemos de cuidar nuestro cuerpo (mediante una dieta saludable y con la práctica de ejercicio físico) y procurar hacer todo lo posible para que nuestros puntos vitales no se vean atacados: cuidar nuestra mente (leer libros de auto ayuda) cuidar nuestro cuerpo (dieta y ejercicio) y sobre todo seguir los impulsos de nuestro corazón, cuidando nuestra parte espiritual (meditación; recogimiento; respiración consciente...)
En la vida no hay errores, sólo lecciones.
Aprender la lección y seguir el camino nos hará crecer, nos reforzará y nos permitirá alcanzar nuestros objetivos.
Si ves que el sufrimiento se alarga más de lo debido, pregúntate qué está sucediendo, que es lo que no queremos aprender o que es lo que no hemos hecho para cambiar la tendencia.
Nosotros somos los que nos "castigamos" y sólo nosotros podemos "perdonarnos".
"No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy".
Namaste.
Jordi
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