El orgullo es el motor de la incomprensión, una barrera para la comunicación y un caldo de cultivo para todo tipo de complejos y sentimientos de inferioridad.
Si el orgullo te impide comunicar, si no te apetece aclarar una situación o si te parece imposible dar tu brazo a torcer, agradécele su acción, pues te estará mostrando un sentimiento de inferioridad, un miedo personal o quizás un "trauma" no superado.
La autoestima es el mejor antídoto para el orgullo y la puerta de acceso para la humildad, la caridad y la comprensión.
Invierte en ti, invierte en quererte, invierte en comprenderte... y deja los lastres emocionales en el pasado incondicional, que es donde deberían de estar.
Vive plenamente, ama apasionadamente y sonríe continuamente!!!
Namaste.
Jordi.
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