La vibración es energía, de ahí la fuerza y el poder creativo de la palabra. La palabra sana, la palabra transmite emociones, sentimientos y describe sensaciones.
Cuando escuchamos una canción entrañable, como pueda serlo una canción de amor, nuestras emociones nos hacen vibrar, nuestros pensamientos generan escenarios acordes a la música y nuestra actitud crea una empatía inspirada por la música y el poder de sus palabras.
Jonathan Goldman, en su obra "Los 7 Secretos de los Sonidos Sanadores" (Gaia Ediciones) nos habla de la vibración de los sonidos, del poder del silencio, de la fuerza transformadora del sonido y de cómo proyectar nuestra intención a través del sonido.
Todos tenemos nuestro propio sonido, todos emitimos una determinada vibración, de ahí las afinidades y las incompatibilidades que aparentemente tenemos con la gente que conforma nuestra realidad.
Cuanto más armónica es la vibración de un Ser, más inspira su "música" y más paz y amor transmite.
Si quieres componer buena "música", procura vivir desde la autenticidad de Tu Ser.
Namaste.
JPR
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