Paradigmas de la humanidad.

La desaparición de los dinosaurios y su equivalencia con el ego humano. Por Jordi Martí (profesor de economía de la facultad de Barcelona) Me encanta poder compartiros una reflexión o una hipótesis, expresada a modo de metáfora con el objetivo de describir el modelo de evolución de la conciencia del Ser humano. Existe la teoría que justifica la desaparición de los grandes dinosaurios por el impacto de un meteorito gigante, hace miles de años.

Podría ser, la aceptaremos como hipótesis, pero es curioso que cumple con todos los requisitos y justificaciones que utiliza el ser humano: el causante de nuestras desgracias es siempre un agente externo : alguien que nos ha provocado dolor, infelicidad o nos ha causado un daño…siempre desde una postura de víctimas o damnificados.

¿Y si no fue así? ¿Y si tuvo mucho que ver el propio dinosaurio? ¿Cómo puede ser? ¿Qué razón tendría para hacer eso?

Una razón bien sencilla: la fidelidad a la ley de economía, una consecuencia lógica de la aplicación de los principios de la ecología en el planeta. Así pues, cabe otra hipótesis: no fue nada externo, fue el propio ego del dinosaurio (su inmenso tamaño, totalmente desproporcionado con respecto al entorno del planeta donde habitaba) Su ego creció y creció… hasta sufrir la imposibilidad de seguir alimentándolo…aparecieron los mamíferos, pequeñas criaturas que llegaban a todos lados y que se encargaron de alimentarse de aquello que el dinosaurio no podía alcanzar (o menospreciaba por no estar a su altura) Así pues, el comentario nos invita a reflexionar sobre las consecuencias de alimentar el ego y perder la humildad (del griego humus: lo que nos conecta a la tierra) El ego es una herramienta, nunca es la esencia. Que nada nos haga perder la humildad, que no perdamos la consciencia de la levedad del Ser y de nuestra verdadera esencia: todos somos uno.