Crea tu Vida. Jordi Planes

Crea tu Vida. Jordi Planes
CREA TÚ VIDA: la inteligencia emocional, la PNL (Programación neurolinguística), el Rebirthing y técnicas de Coach, como herramientas de crecimiento personal.

sábado, 27 de febrero de 2010

Pensamientos para la excelencia:

Somos los arquitectos de nuestra vida. Si utilizamos nuestra acción consciente, aplicaremos nuestra atención en todo lo que hagamos, proyectaremos entusiasmo y disfrutaremos con ello. Esto generará una energía creativa, una vibración que nace de la conciencia y que interactúa con el universo a través del “Campo”, imprimiendo el poder de la intención y facilitando así su realización, a la vez que desprende unas vibraciones armónicas. De ahí la importancia de implicarnos en todo lo que hagamos, de poner nuestra energía en cada detalle, de proyectar nuestra energía en lo que participemos. Sólo así seremos cocreadores conscientes de la realidad que nos tocará vivir. Los Samurai daban mucha importancia a la energía vital y para ellos, al igual que para los Japoneses y los Chinos, esta se concentraba aproximadamente cinco centímetros por debajo del ombligo: El lugar donde se encuentra el KÍ se llama HARA o centro. Este se corresponde aproximadamente con el punto físico del equilibrio del cuerpo humano, que sería el centro de gravedad. Cuando el Ser actúa desde el HARA se dice que se actúa con paciencia y sabiduría. El hombre que conecta con su HARA, esta en calma. También el HARA ejerce una virtud curativa con respecto al nerviosismo, bajo cualquier forma que se presente. Es también en “HARA” el punto donde se encuentra la energía del Ser (Ki), la energía que nos confiere poder, así como dignidad y fortaleza. Cuando no aplicamos el entusiasmo, la implicación o la mera aceptación en lo que hacemos, lo que sucede es que no permitimos el correcto flujo de energía en el nuestro Ser, con lo que seguramente estaremos generando una energía “negativa” que se traducirá en malestar, nerviosismo, estrés o preocupación, para nosotros y para los que nos rodean. Quizás lo hagamos de manera inconsciente, pero no podremos evitar las consecuencias de la no implicación. Nosotros somos responsables de nuestra vida, de los compromisos que adquirimos, de lo que generamos con nuestros pensamientos y de lo que nuestros actos crean.
Tenemos el compromiso de poner todo nuestro Ser en aquello que hagamos. Así pues, si haces algo hazlo desde una actitud positiva: aceptación, implicación o entusiasmo…si no te sientes capaz: déjalo y busca otra ocupación. Si no te gusta la realidad que estas viviendo, lo más positivo que puedes hacer es aceptarla, sacar las enseñanzas que lleve implícitas y desde tu mejor versión trabajar para crear otro escenario. Si la realidad que vives te resulta agradable, entonces vívela desde tu total aceptación e implicación. Si la realidad que vives te encanta, entonces proyecta todo tu entusiasmo en ella. Tu salud te lo agradecerá y el humor de los que te conocen también.

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