Intuición y conexión, sensibilidad acrecentada, instinto de protección.
La maternidad inspira en la mujer su condición más excelsa y convierte su responsabilidad en su prioridad. Requiere amor incondicional; capacidad de sacrificio; renuncia; aceptación; esfuerzo; dedicación, implicación, pasión y paciencia infinita.
La condición de madre no es universal, es individual. La obtiene la mujer que la merece.
No es el acto físico lo que convierte a una mujer en madre, sino su actitud, su capacidad de entrega, su amor incondicional.
Hay madres sin tener hijos y mujeres que teniéndolos nunca llegarán a serlo.
La maternidad es la expresión del amor más puro; por incondicional, por inspirador, por sublime.
A todas las mujeres que son madres, mi más profundo reconocimiento y el deseo de que el AMOR bendiga siempre sus vidas.
A la Madre de mis hijos, por serlo y ejercerlo cada día.
Namaste.
Jordi.
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