Cada uno tiene derecho a ser como quiera ser, pero inherente a este derecho está el deber de cumplir con la verdad, de intentar generar paz donde pueda haber crispación, de encontrar valor donde haya crítica y de transmitir un mensaje cuyos principios apuesten por la bondad del ser humano...valores que llegarán a nuestros hijos y que estos integrarán como propios.
Mourinho no sólo está distorsionando la realidad de nuestra sociedad, sino que mediante la distorsión de sus manipulaciones y falsedades, está influyendo en ella, generando enfrentamientos que trascienden el mero hecho deportivo.
Características de su carácter:
Ególatra: se considera la figura principal de su equipo y necesita canalizar el protagonismo del equipo.
Mentiroso: utiliza medias verdades para generar opiniones afines a sus intereses.
Cobarde: utiliza el cinismo y el sarcasmo para descalificar a aquellos que no puede vencer por valores ni principios.
Manipulador: enfrenta a la sociedad, mezclando intereses con conceptos extra deportivos.
Hipócrita: dice no haber visto determinadas situaciones cuando estas no le son favorables y distrae la atención hablando de terceras personas, a las que intenta colocar la impronta de sus características.
Soberbio: no es capaz de tener ni un ápice de humildad cuando se enfrenta a equipos con presupuestos muy inferiores a los de su equipo, y a su vez, puede permitirse la licencia de criticar o ridiculizar a compañeros de profesión por haber ido a entrenar a equipos (más que dignos) de no tanto renombre como los suyos.
Si estos son los valores que apreciamos, es que nuestra sociedad no es digna de nada mejor...ergo la crisis que vivimos es una crisis merecida y de la que tendremos mucho que aprender.
El Real Madrid es un gran equipo, probablemente el mejor de la historia, pero, por desgracia sus formas y sus representantes no son un exponente de dicha grandeza, sino más bien de sus miserias.
Mientras adoremos al "becerro de Oro" no podremos entrar en el reino de los cielos.
Mientras nuestros complejos y sentimientos de frustración se canalicen por el fútbol, nunca abandonaremos la miseria personal.
No podemos escondernos en el todo vale o el fin justifica los medios...esto forma de una realidad social muy oscura, de la que el ser humano debe de aprender y no repetir.
Namaste.
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