
Cultivar la amistad es uno de los designios más nobles que podemos realizar. La amistad es un regalo del cielo. Cultivarla requiere capacidad de renuncia (renunciar al influjo del ego), aceptación, ausencia de juicio, entrega y amor. La amistad como los dones o virtudes, no son fáciles de conseguir y requieren implicación, discernimiento y entrega.
Tus amigos harán que tu vida sea más agradable, reforzarán tu autoestima, te apoyarán en los momentos difíciles y al igual que tu, nunca te juzgarán.
La reciprocidad de su amor te aportará longevidad, felicidad y un mejor estado de tu humor.
Namaste.
JPR
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