Hay una clara diferencia entre vivir una vida con valores o vivirla bajo la exigencia. Aparentemente podrían confundirse, puesto que las exigencias implican una determinada actitud y metódica. Esto produce un desgaste y un cansancio emocional que a la larga genera erosiones, roturas, caos e infelicidad. Mientras que la vida con valores, lejos de consumir, aporta bienestar, energía, alegría de vivir y ganas de compartir. Los valores nos aportan positivismo, longanimidad y confianza. Las exigencias nos desgastan, nos desmoralizan y nos generan contradicciones. Muchas veces secundarias a decepciones o a frustraciones.
Si has identificado que vives bajo la exigencias, estás a tiempo de cambiar tu vida: construye una vida con valores y alcanzarás tus propósitos desde la felicidad...
¡Se feliz!
Jordi Planes Rovira.
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