La importancia de ser un buen segundo.
Generalmente el ego traiciona a las personas y es el responsable de lo que denominamos como "alcanzar el nivel de incompetencia", que no es más que seguir los designios de la vanidad en lugar de trabajar para lograr realizar nuestro propósito.
Un líder nunca podría brillar sin un buen colaborador, sin una persona de confianza y valía, que le indicara los detalles que este no capta, finalizara las ideas que el líder sugiere o diera forma a los proyectos que el líder indicara.
Para ser un buen segundo se necesita autoconfianza; un profundo conocimiento de las capacidades personales; autocontrol; humildad; capacidad de servicio; sentido práctico y voluntad de lograr los mejores resultados al menor coste posible...además de tener una buena capacidad de observación, análisis y visión estadística de las posibles variables que implican cada acción.
Ser un buen segundo o como se dice coloquialmente "la mano derecha" es un logro y un éxito personal. Pues no requiere sólo de aptitudes, sino de algo mucho más importante y relevante: la actitud.
Generalmente los egos mancillan su papel, por lo que comporta de humildad, fidelidad, lealtad y esfuerzo. Toda empresa, ya sea comercial, deportiva o personal, estará supeditada a la buena distribución de sus responsables, al papel de cada protagonista y a la colaboración de cada persona que componga el equipo. Los celos, el ansia de protagonismo, la necesidad de poder o la avaricia, son los males que a diario estropean el buen hacer de los equipos, contaminan el ambiente y facilitan la existencia de jefes tóxicos que lejos de convertirse en líderes de proyectos, se auto erigen como elementos perturbadores, que utilizan el miedo y la amenaza como monedas de motivación.
Todo mi reconocimiento a tos@s l@s que aceptando el papel de secundarios, actuáis como verdaderos protagonistas del éxito de un líder.
Namaste.
Jordi Planes.
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