Incluso los pensamientos más nobles y elevados proyectan una sombra. La sombra no es como el reflejo, que inspira la belleza de quien la irradia, sino el resultado de los miedos, de los apegos y de la ignorancia que arrastramos desde antaño en el arduo camino del crecimiento espiritual. No podemos vivir de espaldas a la sombra, ni ignorarla, ni pretender esconderla. Hemos de trabajar para saber reconocerla y convertirla en reflejo. No puedes brillar si antes no has vivido la oscuridad.
No dejes de soñar, no dejes de luchar por tus propósitos y sobre todo, no temas al miedo...agradécele su mensaje, reflexiona sobre lo que sus sensaciones inspiran y luego: ten fe en tú mágica presencia, en tu "don" y en el corazón que inspira tu esencia.
No estamos solos, pero nuestras debilidades nos hacen susceptibles a dejarnos influenciar por los miedos colectivos, por los pensamientos negativos de lo que podría llegar a ocurrir y por las exigencias que tenemos hacia nuestro propio Ser.
Vive con tranquilidad, pero siempre con el discernimiento y la prudencia que los instintos nos inculcan. Confiar en el corazón no significa desatender la razón.
Un abrazo enorme!
Namaste.
Jordi Planes.
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