Hoy su respiración se ha entrecortado, su faz ha palidecido y su mirada se ha perdido; quizás mirando hacia su interior, buscando en su corazón las respuestas que el exterior nunca le ha sabido dar.
Su pulso se ha vuelto débil, -casi filiforme; su piel se ha confundido con sus huesos y su aliento no era suyo,-era el compartido por la máscara de oxígeno que abrazaba su rostro y secuestraba sus labios.
La he mirado en silencio, mis pensamientos se han llenado de recuerdos, de imágenes de un pasado compartido. En mi mente mil preguntas y mil respuestas imaginadas. He visto lo fugaz que es la vida; lo rápido que pasa el tiempo; lo importante que es dejar buenos recuerdos; la importancia de vivir lo que el corazón nos dicta y evitar así el miedo de no haber vivido lo que tocaba vivir.
La vida es un sueño y nosotros nos empeñamos en crear pesadillas.
Vivir es un regalo y para compartirlo con los demás, solo necesita un ingrediente: confianza. La confianza nos permite conectar con el sentido de la vida, con el valor de nuestra realidad, con el don que podemos compartir. ¡Ten fe, vive y deja vivir!
La vida no es eterna. Tu recuerdo, tus emociones y tus actos lo harán eterno, a través de los que hayan podido apreciar tu amor.
Disfruta, comparte y no dejes escapar la oportunidad de regalar una sonrisa, un abrazo o un reconocimiento a los demás.
¡Gracias por el ahora!...¡Gracias por cada experiencia!
Que el amor bendiga vuestras vidas.
Namaste.
Jordi
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