La vida tiene dos caras, como el día y la noche, como el frío y el calor, como la alegría y la tristeza, como la salud y la enfermedad. En un mundo dual, como el nuestro, es imposible no vivir las dos caras de la vida. Intentar aislarse y vivir sólo lo positivo, lo agradable, lo genial...no sólo nos impedirá crecer, sino que dicha "anestesia emocional" nos convertirá en seres frios, frívolos, egoistas y vacíos.
Comprendiendo la cara oscura de la vida, aprenderemos el valor de lo importante, la importancia del amor y la felicidad que nos da el compartir y el pensar en los demás.
No hay sonrisas que no atesoren lágrimas...la Luna lo sabe bien (Lo que La Luna Esconde)
Namaste,
Jordi
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