Vive cada día como si al finalizar la jornada, tuvieras que narrar cada momento y transmitir cada experiencia.
Si eres capaz de "vivir los detalles", descubrirás sensaciones que te acompañan y regalan tus momentos...el aroma del café, la conversación de un grupo de personas sentadas a nuestro lado, el color del cielo, el aspecto de las calles, la sonrisa de un niño, la amargura de uno o más conductores que nos cruzamos en la calle, la amabilidad de otros, el ánimo de tu pareja y tu propio ser.
Nos sentimos como lo que percibimos y percibimos según nuestra actitud nos predisponga.
La vida es como una obra de teatro...podemos improvisarla cada día o podemos prepararla, elaborando el guión y los escenarios que nos gustaría interpretar...todo es empezar. ¡Implícate!
Namaste.
Jordi
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