Somos seres egoístas, motivados por el interés personal. Incluso en el amor esperamos correspondencia, reconocimiento y reafirmación.
Sólo cuando seamos capaces de vivir el "desapego" o la renuncia a la correspondencia, seremos capaces de abandonar el juicio, de abandonar el reproche y la constante reivindicación. Cuando alcancemos la correcta visión, nos permitiremos ser como realmente queremos ser, aceptaremos sin usar condicionales y tendremos junto a nosotros a los seres que nos corresponderán de forma armonica, no por compensar, sino por equivalencia.
La ley de los opuestos tiene su función, así como la ley de correspondencia.
Fluir es permitirte ser, permitiendo ser.
Fluir es confiar, abrirte al amor y dejar de especular.
Tal como seas, será tu realidad.
Namaste.
Muchísimas gracias por dedicarme tu libro, ni te imaginas la ilusión que me hizo, lo cierto es que estoy muy bajita de moral y tus palabras son un refuerzo a mi energía. Encantada de haberte conocido. Raquel (La enfermera de Povisa, congreso de Bilbao).
ResponderBorrarGracias a ti, Raquel!
ResponderBorrarGracias por tu dedicación y tu espíritu de servicio, por entregar lo mejor de ti y ayudar a inspirar un mundo mejor.
¡Un abrazo!
Jordi