Crea tu vida

Vivimos en una sociedad marcada por "los objetivos", los logros y las metas. Adjetivos que no son negativos, cuando el motor de estos es el amor hacia los demás y el espíritu de "servicio". El inconveniente aparece cuando estos están sujetos a la consecución de realidades materiales vinculadas a recompensas económicas. Puede suceder que bajo el espectro de la ilusión del tan deseado "bienestar material", supuestamente alcanzable tras la consecución de unos objetivos, se encuentre la "barrera" de la aceptación de una tercera persona, cuyo acuerdo facilite el logro de los ansiados objetivos. Entonces actuará la mente guiada por los impulsos del "cerebro reptiliano", anulando nuestros impulsos cerebrales límbicos  (emociones), reforzándose con los argumentos del cortex...por lo que usaremos a las personas guiados por el amor a las cosas materiales.
Una confusión y a la vez contradicción fatal de cara al logro de nuestra felicidad y evolución espiritual.

Hemos de aprender a amar a la gente y a usar las cosas, no al revés. Sólo así podremos transcender los apegos materiales y aprender a expresar nuestros sentimientos.
Hay una frase que me encanta y dice así:
"Para aprender utiliza la cabeza, para tratar, utiliza el corazón".

Namaste.
JPR