Aunque no lo creamos, por inteligentes que seamos, por buenas intenciones que tengamos, el carácter (la forma de comunicar, el nivel de empatía y lo que irradiamos) determinará nuestro destino.
El carácter rompe compromisos, malbarata relaciones, estropea dinámicas de equipo, rompe equipos de trabajo y destroza planificaciones...
Por mucho que queramos, si no sabemos comunicar, nuestros objetivos siempre se verán truncados por cuestión de detalle.
Si realmente quieres ser feliz, invierte en tu carácter: moldéalo, aprende a gestionar tus emociones, aprende a compartir desde tu centro.
Para comunicar eficazmente, sigue el pequeño guión:
1-No personalices en tus juicios de valor. Habla siempre desde tu percepción y tus sentimientos.
2-Ponte en el lugar del otro.
3-Busca la razón positiva en toda actitud.
4-Prioriza lo que deseas obtener.
5-Respeta la libertad del otro.
6-Habla desde el corazón: pon amor a tus palabras.
7-Quita gravedad a los hechos.
8-No dramatices ni sentencies.
9-Brinda tu colaboración y tu afecto.
10-No descalifiques. Habla siempre desde los refuerzos positivos: el otro no tiene que pagar tus limitaciones, ni ser víctima de tus carencias.
No dejes que tus miedos e inseguridades te hagan perder los papeles...tu corazón se resentirá y las consecuencias pueden empeorarlo todo.
Procura disfrutar de cada instante...si no lo logras es que tu vida debe de cambiar radicalmente, entonces: prepárate y actúa.
No hay tiempo para lamentaciones, sólo oportunidades para el cambio.
Namaste.
JPR
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