Una gran verdad. Cuida tus palabras, pues ellas serán la energía que dará forma a tus vivencias.
El silencio puede molestar, pero al hablar su recuerdo se desvanece. Una palabra mal dicha te acompañará siempre.
Como decían los sabios: el ser humano es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras.
Namaste.
JPR
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