
La importancia de saber reír, de poder reír, de querer reír radica en la capacidad de relativizar los problemas, de saber poner distancia a los acontecimientos de nuestra vida...y sobre todo, saber reírnos de nuestros errores, de nuestros episodios ridículos, nos distanciara del devastador "juicio" y nos ayudará a discernir y construir desde el aprendizaje.
La risa aporta agilidad mental; libera el estrés, nos ayuda a tener mejor humor y a saber transmitir nuestras mejores emociones.
La risa, libea tensiones, nos ayuda a gestionar nuestras emociones y tonifica nuestros músculos...haciendo trabajar algunos que no tendrían actividad si no fuera por el acto de reír.
En definitiva, vale la pena dedicar un poco de nuestro tiempo diario a reír y a contagiar alegría a los demás.
Namaste.
JPR
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