Hemos de saber ver en cada uno el valor que aporta al resto; hemos de saber reconocer las virtudes de los demás y comunicarnos desde el cariño y la claridad. Sólo así sabremos crear la unión, la aceptación y la conciencia que un grupo necesita para ejercer como tal.
La filiación es un sentimiento arraigado y muy potente para el ser humano. Si nos sentimos parte de algo, nuestra implicación se proyecta en ello. El éxito de las empresas radica en el grado de implicación que logran de sus empleados.
El deporte es un ejemplo que sin duda toman como referente las escuelas de negocio y las empresas que quieren prosperar.
JPR
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