La mayoría de nosotros vivimos condicionados por ideas prefijadas sobre quiénes somos, y muchas, muchas reglas rígidas sobre cómo se ha de vivir la vida.
A pesar de estos condicionantes, todos nosotros estamos haciendo todo lo mejor que podemos hacer en este momento.
Si supiéramos más, si nuestro entendimiento fuese más elevado y nuestro nivel de conciencia mayor, seguramenete haríamos las cosas de forma mucho más placentera y respetuosa para con nosotros y el entorno.
Cuando somos pequeños aprendemos a sentirnos con nosotros mismos y con la vida según las directrices y las reacciones de los adultos que nos rodean.
Si hemos vivido con adultos desdichados y asustados, culpables o coléricos, habremos aprendido muchas cosas negativas sobre nosotros y sobre nuestra sociedad.
Nunca hago nada bien... es mi culpa... si me enfado soy un egoista...
Esta clase de creencias generan una vida de frustración.
Al crecer tendremos tendencia a recrear el ambiente emocional de nuestro hogar: es un ancla que nos transmite familiaridad y aunque nos parezca extrano...nos aporta seguridad.
Sin embargo, nuestros padres no son culpables: nosotros les escogemos y escogemos las experiencias con el fin de poder pasar la "revalida" de nuestro crecimiento espiritual.
Igualmente scogemos nuestro sexo, nuestra raza, nuestro país y nuestrasa experiencias: firmamos un "contrato sagrado" que nos ayudará a alcanzar nuestra excelencia.
Sólo una condición nos acompaña eternamente: nuestra libertad. Tenemos el poder de cambiar, de tomar conciencia y ese momento siempre se encuentra en el momento el presente.
Todos los acontecimientos que hasta el momento nos han sucedido en la vida han sido creados por los pensamientos y las creencias que teníamos en el pasado. Habrá tardado más o menos tiempo, pero al final se hacen realidad.
Hemos de tomar conciencia de la calidad de nuestros pensamientos y de las creencias que nos guían en este momento. ¿Es un pensamiento positivo o negativo? ¿Deseamos que ese pensamiento esté determinando su futuro?
¿Somos capaces de administrar nuestros própios pensamientos o seguiremos siendo víctimas de nuestro descontrol?
¿Podemos creer en el poder de la intención o preferimos escondernos en un hipotético "destino cruel" que nos exima de toda responsabilidad?
Las creencias muchas veces son excusas...si quieres crear tu vida: ponte a trabajar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario