En la vida tenemos momentos para el compromiso y momentos para la implicación.
La diferencia entre el compromiso y la implicación es que el compromiso está regido por el "Ego": nos comprometemos con aquello que nos produce un bienestar o mientras la reciprocidad nos resulta interesante.
La implicación está vinculada a nuestro "Corazón". Nos implicamos con lo que "amamos", con lo que la incondicionalidad y la aceptación nos acompañarán en el viaje.
Ahora piensa en tu vida y pregúntate en qué estás comprometido y en qué estás implicado.
Quizás la respuesta te dará pistas...
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