Todas las circunstancias se pueden cambiar en un momento dado, y toda enfermedad se puede curar. Lo Divino no está limitado por el tiempo, el espacio ni los intereses físicos humanos.
El Cambio es constante. La vida pasa por fases de cambio difíciles y por fases de paz. Aprendamos a avanzar con la corriente del cambio en lugar de intentar impedir que ocurra.
Jamás espere que otra persona le dé felicidad; la feclicidad es una actitud y una responsabilidad interior y personal.
La vida es esencialmente una experiencia de aprendizaje. Todas las situaciones, retos y relaciones contienen algún mensaje que vale la pena aprender o enseñar a otros.
Viva en el momento presente y practique el perdón a los demás.
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