La falsa modestia no es humildad; es un mecanismo del Ego que pretende crear una máscara con el fin de captar la aceptación de los demás y que en el fondo necesita recoger un reconocimiento.
La verdadera humildad no busca reconocimientos, simplemente desea realizar un servicio, compartir una habilidad que aporte valor a los demás.
A la humildad le motiva el amor incondicional, mientras que a la falsa modestia le mueve el ansia de protagonismo, puesto que al practicarla te hace sentir superior.
Reconocer una u otra motivación no debe de preocuparte o animarte, simplemente debe de darte pistas sobre aquello que debes de trabajar o reafirmarte en tu camino hacia la excelencia.
Nadie nace enseñado y el objetivo de la vida no es ser perfectos o motivo de amor universal…el objetivo de la vida es conectar con la felicidad del Ser.
NAMASTE,
JPR
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