Para renunciar al pasado, debemos estar dispuestos a olvidar.
Es necesario que nos decidamos a renunciar al pasado y a perdonar, incluso a nosotros mismos. Es probable que no sepamos perdonar, y también que no queramos perdonar; sin embargo, el simple hecho de decir que estamos dispuestos a hacerlo inicia el proceso de curación. Para curarnos, es imperativo que «nosotros» renunciemos al pasado y que perdonemos.
«Te perdono por no ser como yo quería que fueras. Te perdono y te dejo libertad.»
Quien se libera con esta afirmación somos nosotros.
Toda enfermedad proviene de no haber perdonado algo
Cada vez que enfermamos, debemos buscar en nuestro corazón qué es lo que necesitamos perdonar.
En A Course in Miracles (Un curso en milagros) se nos dice que «Toda enfermedad proviene de no haber perdonado algo», y que «Cada vez que enfermamos, debemos mirar a nuestro alrededor para ver a quién tenemos que perdonar.»
La persona a quien más difícil se nos hace perdonar es aquella misma de quien más necesitamos liberarnos.
Perdonar significa renunciar, dejar en libertad. No tiene nada que ver con ningún comportamiento externo; es simplemente no seguir aferrado a algo. No es necesario que sepamos cómo perdonar; lo único que hace falta es que estemos dispuestos a hacerlo, que de los comos ya se encargará el Universo.
Aunque entendemos tan bien nuestro dolor, ¡qué duro nos resulta a casi todos entender que ellos, sean quienes fueren esos que más necesitamos perdonar, también sufrían! Es
necesario que entendamos que estaban haciendo lo mejor que podían con la comprensión, la conciencia y el conocimiento que tenían en aquel momento.
Cuando realmente nos amamos, es decir, cuando nos aceptamos y aprobamos exactamente tal como somos, todo funciona bien en la vida. Es como si por todas partes se produjeran pequeños milagros. Nuestra salud mejora, atraemos hacia nosotros más dinero, nuestras relaciones se vuelven más satisfactorias, y empezamos a expresarnos de manera más creativa. Y parece que todo eso sucediera sin que lo intentásemos siquiera.
Si uno se ama y se aprueba a sí misino, creándose un espacio mental de seguridad, confianza, mérito y aceptación, eso aumentará su organización mental, creará más relaciones de amor en su vida, le traerá un trabajo nuevo y un lugar nuevo y mejor donde vivir; incluso le permitirá normalizar su peso corporal. Las personas que se aman a sí mismas, y que aman su cuerpo, no abusan de sí mismas ni de los demás.
Aprobarse y aceptarse a sí mismo en el ahora es el primer paso hacia un cambio positivo en todos los ámbitos de la vida.
Cambiar la Crítica por la capacidad de discernir y la humildad de querer mejorar:
La crítica nos inmoviliza en la pauta misma que estamos intentando cambiar; entendernos y ser amables con nosotros mismos nos ayuda a salir de ella.
Ayudamos más resaltando las habilidades que recordando las carencias.
NAMASTE
JPR
No hay comentarios.:
Publicar un comentario