Crea tu Vida. Jordi Planes
domingo, 10 de enero de 2010
Reflexiones
La buena suerte se aprende, como se aprende un idioma o se aprende a conducir, pero sólo si uno se lo propone.
El miedo y la ansiedad son los grandes enemigos de la buena suerte.
Nada sucede estando a la expectativa, la suerte requiere acción y proactividad.
Recibe más oportunidades aquel que siempre se pone nuevos objetivos que el que cae en la comodidad del conformismo.
Piensa en cosas imposibles y acabarás alcanzando tus sueños.
Cuando deseas algo con el corazón, tu vibración conecta con el propósito y el universo se pone a trabajar.
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